Siempre me he considerado un ser espiritual viviendo una experiencia humana.

En el 2019 decidí dar un giro radical a mi vida y dejar atrás mis 20 años en el mundo de la empresa para dedicarme a algo que me apasiona y es mi entrega a los demás; acompañar a otro ser humano en su dolor, frustración, insatisfacción, bloqueos etc.

Cuando encuentras tu Dharma o propósito de vida, lo integras como parte de tu esencia; tomas consciencia del plan de tu alma y para qué te encarnaste en este plano.

Entonces te das cuenta de que la vida no es sacrificio y sufrimiento, sino que fluye a través de ti y contigo.

Mi inquietud por entender los comportamientos y reacciones del ser humano (incluidos los míos propios) me ha llevado a investigar y estudiar distintas disciplinas que me han aportado diferentes perspectivas/soluciones para afrontar diferentes conflictos/bloqueos.